El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de
la Escuela Normal Nro 3 de la Plata, son secuestrados tras participar en una
campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El
operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del
ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces
por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar
subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche
de los lápices".
Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo
Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: yo pertenecía
a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del
Colegio fuimos a presentar una nota al ministerio de Obras Públicas". Levantaron chicos en algunos colegios que
ellos tenían marcados y el enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara
por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación
y la defensa de los derechos de los mismos.
Hoy, Los lápices siguen escribiendo.
Hoy los estudiantes secundarios, están de a poco recuperando
aquella tradición de lucha y defensa, por los derechos a una educación al
servicio del pueblo y con mayor presupuesto.
Hoy, los secundarios sector dinámico de nuestra sociedad
tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de
nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar este calamitoso estado de
nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados.
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La siguiente es la
nómina de los chicos muertos. Los dos más grandes tenían 18 años:
DANIEL ALBERTO RACERO
"Calibre", 18 años.
Hijo de un suboficial naval peronista que murió en el 73,
trabajó desde pibe como mensajero. Cuando ingresó a la UES del Normal 3 de La
Plata, escribió: "Encontré una trinchera para luchar por una causa
justa". Realizó labores de vacunación, recuperación de viviendas y apoyo
escolar en barrios pobres y participó de la conquista del BES (Boleto
Estudiantil). Secuestrado en la casa de Horacio Ungaro el 16.09.76 en Arana y
Pozo de Banfield.
MARIA CLAUDIA FALCONE
16 años
Hija de un ex intendente peronista de La Plata, se sumó a la
UES a poco de ingresar a Bellas Artes. Después del 73 participó en tareas de
apoyo escolar y de sanidad en barrios pobres de La Plata. En el 75 participó
activamente en la campaña por el boleto estudiantil secundario (BES).
Secuestrada 16.09.76 en la casa de su abuela paterna, fue vista en Arana y Pozo
de Banfield
MARIA CLARA CIOCCHINI
18 años
Alumna de colegios católicos, participó del scoutismo
parroquial y en la UES de Bahía Blanca. Debido a los crímenes de la Triple A y
la CNU en esa ciudad, a fines del 75 se mudó a La Plata donde se inscribió en
Bella Artes y se fue vivir a la casa de Claudia Falcone. Fueron secuestradas
juntas el 16.09.76. Fue vista en Arana y Pozo de Banfield.
FRANCISO LOPEZ MUNTANER
"Panchito", 16 años.
Hijo de trabajador petrolero peronista preso durante el Plan
Conintes que en el 73 se alineó con el sindicalismo ortodoxo, Panchito marchó
contra la corriente familiar: era hincha de Gimnasia y militó en la UES de
Bellas Artes. Junto a Claudia Falcone participó en trabajos voluntarios en
barrios pobres y en la lucha por el BES en 1975. Secuestrado 16.09.76, fue
visto en Arana y Pozo de Banfield.
CLAUDIO DE ACHA
17 años.
Sus padres eran trabajadores con ideas de izquierda y tras
el triunfo de Campora participó de la toma del Colegio Nacional por su
democratización. Tímido y gran lector, se incorporó a la UES luego de la muerte
de Perón. Como todos, participó en las manifestaciones por el BES. Secuestrado
16.09.76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.
HORACIO UNGARO
17 años.
De familia comunista, en el 74 rompió la tradición familiar
y se sumó a la UES del Normal N 3. Gran lector y excelente alumno, participó de
la lucha de la Coordinadora por el BES. Realizaba tareas de apoyo escolar en la
villa miseria ubicada detrás del hipódromo platense. Secuestrado 16.09.76, fue
visto en Arana y Pozo de Banfield.
Algunos relatos de Pablo Diaz, que hoy es un exitoso
empresario del área energetica:
"Soy el único que salió con vida del Pozo de Banfield,
el único que estaba con ellos cuando me dijeron que tenía un salvoconducto que
me salvaba de la ejecución y que me trasladaban bajo la amenaza de no contar
nunca lo que había vivido, de lo que había sido testigo. Sólo ellos me gritaban
que no los olvide y que los recuerde siempre", repite.
"El operativo de La Noche de los Lápices fue un
secuestro planeado y sistemático de estudiantes secundarios, relacionados con
un hecho justificado para ellos: anular una potencial resistencia al proyecto
adulto o político a implementar".
La Noche de los Lápices será la historia de todos los
sobrevivientes secundarios reprimidos en la dictadura, será la historia de
todos los estudiantes secundarios reprimidos hoy, será la historia que querran
que sea los secundarios de mañana. Pero también hay una historia que no podrá
ser contada por ellos, los noventa días de soledad, de amor, de compañerismo de
despedida y de muerte. Sólo de ahí, y de ningún lado más, yo soy el
sobreviviente.