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martes, 18 de septiembre de 2012

DONDE ESTA JULIO LOPEZ ???




Jorge Julio López nacio en 1929 albañil argentino y ex militante de base de una unidad básica peronista barrial, y desde 1985 afiliado al Partido Socialista de La Plata; desaparecido desde octubre de 1976 hasta junio de 1979 durante la última dictadura argentina (llamada por los militares Proceso de Reorganización Nacional) y por segunda vez en septiembre de 2006 durante la presidencia de Néstor Kirchner. Luego de treinta años del último golpe de estado, y habiéndose derogado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Miguel Etchecolatz fue el primer acusado por genocidio. Jorge López era querellante en la causa y sin duda un testigo clave, ya que con sus declaraciones involucraban a por lo menos 62 militares y policías. Debido a su testimonio, Miguel Etchecolatz se halla detenido en una cárcel común, condenado a cadena perpetua por crímenes cometidos en el marco de un genocidio. Luego de la condena de Etchecolatz, Jorge López fue desaparecido sin dejar rastros, el día 18 de septiembre de 2006, en la ciudad de La Plata.
La desaparición del albañil hizo arreciar las críticas sobre el régimen de protección de testigos y sobre la falta de recaudos para frustrar amenazas contra su vida y libertad. Inmediatamente tras su nueva desaparición, el gobierno bonaerense elevó una recompensa pública de $200.000, para quien brindara información sobre su paradero. Luego esa cifra fue elevada al doble (llegando a la fecha de diciembre de 2007 al millón de pesos), y actualmente llega a los 2.000.000 pesos. Se lanzaron al aire numerosos avisos televisivos, radiales, en medios gráficos, etcétera, dando cuenta del hecho de su desaparición y de su fotografía. Se llegó incluso a enviar mensajes de texto a todos los teléfonos celulares solicitando colaboración para su búsqueda. La Policía Bonaerense movilizó miles de efectivos para los rastrillajes. De lo antedicho, se descarta la hipótesis de la desaparición de López causada por un shock traumático que lo habría llevado a extraviarse. Algunas opiniones indican que Jorge Julio López se encontraría muerto, asesinado por grupos de tareas vinculados a la extrema derecha que se sintieron amenazados por sus declaraciones. A comienzos de 2011, un testigo de identidad reservada aseguró haber visto dónde y cuándo enterraron a Julio. Inmediatamente, los medios comenzaron a movilizarse. El 4 de febrero concluyeron sin éxito las búsqueda.

LA NOCHE DE LOS LAPICES




El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de la Plata, son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".
Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del Colegio fuimos a presentar una nota al ministerio de Obras Públicas".  Levantaron chicos en algunos colegios que ellos tenían marcados y el enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.
Hoy, Los lápices siguen escribiendo.
Hoy los estudiantes secundarios, están de a poco recuperando aquella tradición de lucha y defensa, por los derechos a una educación al servicio del pueblo y con mayor presupuesto.
Hoy, los secundarios sector dinámico de nuestra sociedad tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar este calamitoso estado de nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados.

·         La siguiente es la nómina de los chicos muertos. Los dos más grandes tenían 18 años:

DANIEL ALBERTO RACERO
"Calibre", 18 años.
Hijo de un suboficial naval peronista que murió en el 73, trabajó desde pibe como mensajero. Cuando ingresó a la UES del Normal 3 de La Plata, escribió: "Encontré una trinchera para luchar por una causa justa". Realizó labores de vacunación, recuperación de viviendas y apoyo escolar en barrios pobres y participó de la conquista del BES (Boleto Estudiantil). Secuestrado en la casa de Horacio Ungaro el 16.09.76 en Arana y Pozo de Banfield.

MARIA CLAUDIA FALCONE
16 años
Hija de un ex intendente peronista de La Plata, se sumó a la UES a poco de ingresar a Bellas Artes. Después del 73 participó en tareas de apoyo escolar y de sanidad en barrios pobres de La Plata. En el 75 participó activamente en la campaña por el boleto estudiantil secundario (BES). Secuestrada 16.09.76 en la casa de su abuela paterna, fue vista en Arana y Pozo de Banfield

MARIA CLARA CIOCCHINI
18 años
Alumna de colegios católicos, participó del scoutismo parroquial y en la UES de Bahía Blanca. Debido a los crímenes de la Triple A y la CNU en esa ciudad, a fines del 75 se mudó a La Plata donde se inscribió en Bella Artes y se fue vivir a la casa de Claudia Falcone. Fueron secuestradas juntas el 16.09.76. Fue vista en Arana y Pozo de Banfield.

FRANCISO LOPEZ MUNTANER
"Panchito", 16 años.
Hijo de trabajador petrolero peronista preso durante el Plan Conintes que en el 73 se alineó con el sindicalismo ortodoxo, Panchito marchó contra la corriente familiar: era hincha de Gimnasia y militó en la UES de Bellas Artes. Junto a Claudia Falcone participó en trabajos voluntarios en barrios pobres y en la lucha por el BES en 1975. Secuestrado 16.09.76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

CLAUDIO DE ACHA
17 años.
Sus padres eran trabajadores con ideas de izquierda y tras el triunfo de Campora participó de la toma del Colegio Nacional por su democratización. Tímido y gran lector, se incorporó a la UES luego de la muerte de Perón. Como todos, participó en las manifestaciones por el BES. Secuestrado 16.09.76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

HORACIO UNGARO
17 años.
De familia comunista, en el 74 rompió la tradición familiar y se sumó a la UES del Normal N 3. Gran lector y excelente alumno, participó de la lucha de la Coordinadora por el BES. Realizaba tareas de apoyo escolar en la villa miseria ubicada detrás del hipódromo platense. Secuestrado 16.09.76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

Algunos relatos de Pablo Diaz, que hoy es un exitoso empresario del área energetica:

"Soy el único que salió con vida del Pozo de Banfield, el único que estaba con ellos cuando me dijeron que tenía un salvoconducto que me salvaba de la ejecución y que me trasladaban bajo la amenaza de no contar nunca lo que había vivido, de lo que había sido testigo. Sólo ellos me gritaban que no los olvide y que los recuerde siempre", repite.

"El operativo de La Noche de los Lápices fue un secuestro planeado y sistemático de estudiantes secundarios, relacionados con un hecho justificado para ellos: anular una potencial resistencia al proyecto adulto o político a implementar".

La Noche de los Lápices será la historia de todos los sobrevivientes secundarios reprimidos en la dictadura, será la historia de todos los estudiantes secundarios reprimidos hoy, será la historia que querran que sea los secundarios de mañana. Pero también hay una historia que no podrá ser contada por ellos, los noventa días de soledad, de amor, de compañerismo de despedida y de muerte. Sólo de ahí, y de ningún lado más, yo soy el sobreviviente.

martes, 21 de agosto de 2012

BARTOLINA SISA



Nació en la paz el 25 de agosto de 1750, hija de don José Sisa y Josefa Vargas ambos dedicados a la compra - venta de coca. Debido a esta labor comercial llegaban a los yungas y otros pueblos alejados llevando a Bartolina consigo. Luego establecieron su negocio en Sicasica. Bartolina prosiguió el comercio llegando a poblaciones del Perú, Cochabamba y PotosÍ. En estas andanzas conoció a Julián Apaza con quien contrajo matrimonio en Sicasica por el año 1770, yéndose a vivir a Sapahaqui. Junto en la misma labor percibieron el sufrimiento de los mitoyos, la crueldad de los encomenderos, las expoliaciones de los corregidores y todas las injusticias del régimen colonial.
Esto incidió en la decisión de luchar para dar fin a la dominación española. Cuando se produjo el alzamiento en Ayoayo (1781) bajo el caudillaje de tupaj katiri (Julián Apaza), Bartolina su esposa le acompaño en todas las circunstancias de la insurrección.
Esta notable mujer tomo parte activa en la organización de los campamentos militares de la sublevación Aimara en el Alto de la Paz, en Chacal taya, en killi killi y en el calvario; en el valle de Poto potó y en las alturas de Pampahasi. Tomo parte en el comando y administración de justicia, en el cuidado de la alimentación, así también como empuñar las armas, acaudillar a las tropas, entolar combatientes, tomar decisiones e imponer su voluntad a los alzados.
Es loable mencionar que esta pareja sostenía el espíritu guerrero de sus combatientes estando presentes o turnándose para estar en los diferentes campamentos solucionando problemas y atendiendo necesidades.
Adopto las dotes de virreina durante la insurrección, lo cual indignaba al oidor Diez de medina. Durante el primer asedio a la Paz de los insurrectos, Bartolina se gano la fama y el respeto de sus seguidores y del enemigo. Después de las derrotas de Calamarcas y Ventilla, el ejército español se propuso capturar a los lideres utilizando a delatores y traidores, lo que consiguió gracias al apoyo de un grupo de desleales, tomando presa en una emboscada a la virreina y su escribiente (el mestizo Juan Hinojosa) el 2 de julio de 1781. Fue entregada al coronel Ignacio Flores y conducida a la ciudad de la Paz, hacia la prisión de las cajas por el orden del corregidor Sebastián de Segurola.
Estuvo varios meses encarceladas hasta que en septiembre de 1782, el oidor Tadeo Diezde Medina la sentencio a la harca siendo arrastrada por el caballo y luego ser esclava de cabeza y manos en picotas para ser mostrada en Cruz pata, Alto de San Pedro y Pampahasi. Luego fue decapitada y su cabeza llevada a Ayoayo, Sica Sica y Sapahaqui, para después ser quemada y sus cenizas tiradas al aire, como muestra de escarmiento a los insurrectos.
El 6 de septiembre pendía ahorcados Bartolina sisa y Gregorio Apaza, hermano de tupaj katari en la plaza de armas de la Paz.

martes, 31 de julio de 2012

MARTINA CHAPANAY



Martina Chapanay fue una guerrillera que actuó en las guerras civiles argentinas del siglo XIX. Era hija de un cacique huarpe y nació en la Provincia de San Juan(Argentina), en 1800, aunque se discute si en las Lagunas de Guanacache o en el Valle de Zonda. Murió en 1887. El nombre "Chapanay", proviene del idioma huarpe milcayac: Chapac nay que significa "zona de pantanos".

Entre otras hazañas, se distinguió por haber vengado la muerte del caudillo riojano Ángel “El Chacho” Peñaloza. Es centro de una devoción popular porque compartía el fruto de sus robos con los más humildes. Era una mujer de contextura pequeña, pero fuerte y ágil. De bellos rasgos, su cabello era negro lacio y de tez morena. Al elegir la vida de montonera comenzó a utilizar la vestimenta de los gauchos: (chiripá, poncho, vincha y botas de potro), tal como se representaba en las estampas y tallados de madera.

La tumba de Martina Chapanay continúa reuniendo a cientos de devotos en el pueblo sanjuanino de Mogna. Su padre fue Ambrosio Chapanay, un cacique huarpe que se refugió en el actual Departamento Lavalle (Mendoza), quien murió sin otra descendencia aparte de Martina.2 Su madre fue Mercedes González, siendo ésta blanca oriunda de la ciudad de San Juan.

La zona es ahora un desierto, pero en el siglo XIX las aguas del río Mendoza y del Desaguadero creaban las llamadas Lagunas de Guanacache. La construcción de una represa cerca de la ciudad de Mendoza provocó la sequía de las lagunas, y actualmente los huarpes obtienen el agua de pozos muy profundos, ya que los superficiales están contaminados con agua salada. La supervivencia de éstos se basa principalmente en la cría de cabras, la utilización de los frutos del algarrobo, un árbol típico de la zona, y la venta de artesanías en el Mercado Artesanal, que se encuentra al lado de la oficina de turismo de la ciudad capital.

Su madre, llamada Teodora, crio a la hija con dedicación, tal es así que la casa de Martina se transformó en escuela para los niños del lugar. Cuando era adolescente, Martina se destacaba por sus aptitudes de jinete y cuchillera, su habilidad para hacer galopar caballos en los arenales, pialar terneros, cazar animales y nadar con gran destreza. Cuando murió su madre, su padre la entregó a Clara Sánchez, de la ciudad de San Juan, que la educó con rigor. En respuesta, Martina logró escapar, encerrando a toda la familia en la casa.

A partir de ese momento, Martina vivió con los huarpes y se transformó en ladrona y asaltante de caminos, repartiendo lo que robaba entre los más pobres.

Luego convivió con el bandido Cruz Cuero, jefe de una banda que asoló la región por años. Se dijo que incluso atacaron la Iglesia de la virgen de Loreto, en la provincia de Santiago del Estero. Esta relación con Cruz terminó en una tragedia, ya que Martina se enamoró de un joven extranjero que secuestraron; Cruz golpeó a Martina y mató al joven de un balazo, pero Martina mató a Cruz con una lanza y quedó como jefa de la banda.

Sucesivamente, Martina se unió con sus secuaces al caudillo Facundo Quiroga. Martina continuó luego luchando al lado de los caudillos y Chacho Peñaloza, hasta que le ofrecieron el indulto y un cargo de sargento mayor en la policía de San Juan. En ese cuepro militar se encontraba el comandante Pablo Irrazábal, el asesino de Peñaloza. Martina lo retó a duelo, pero éste no tuvo lugar porque el oficial se descompuso por el miedo y pidió la baja.

Se cuenta que un antiguo oficial sanmartiniano, el cura Elacio Bustillos, cubrió la tumba de Martina con una laja blanca, sin ninguna inscripción, ya que “todos saben quién esta allí”.

El cantante León Gieco, con la colaboración del historiador y ensayista Hugo Chumbita, publicó en el 2001 el CD “Bandidos rurales”, que contiene un tema del mismo nombre y donde menciona a Martina Chapanay.

El poeta y cantor mendocino Hilario Cuadros escribió una cueca llamada La Martina Chapanay.

martes, 17 de julio de 2012

ARLENE SIU BERMUDEZ






Mas conocida por Arlen Siu, fue una guerrillera revolucionaria nicaragüense.

Es una de las más recordadas mártires de la Revolución Sandinista. Hija de madre nicaragüense y padre de ascendencia china fue asesinada el 1 de agosto de 1975 en El Sauce, Departamento de León, Nicaragua.1 Se le conocía como "la chinita de Jinotepe".

Nació 15 de julio de 1955 en la ciudad de Jinotepe, Carazo (Nicaragua). Su padre, Armando Siu Lau, nació en Guangdong, China y emigró a Nicaragua a finales de la década de 1940 después de pertenecer al Ejército Comunista Revolucionario, después se casó con la nicaragüense Rubia Bermúdez, originaria de la ciudad de Dolores, Carazo.

Arlen hizo su escuela primaria en Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Jinotepe. Y su secundaria en el Colegio Immaculada de Diriamba. Luego de bachillerarse decidió entonces, estudiar Psicología Social en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN).

Compromiso social

 Durante su niñez y juventud, demostró sus valores cristianos, en los cuales se fundamentó su pasión por ayudar a los demás, en particular a los más pobres; así como sus dotes artísticos: era aficionada a la música y aprendió a tocar el acordeón, la guitarra y la flauta, pintaba y escribía poesía. Su famoso poema "María Rural" que ella musicó y fue interpretado por Carlos Mejía Godoy y el Grupo Pancasán.

Su trabajo artístico y ensayos críticos sobre el Marxismo y el Feminismo sirvieron de inspiración tanto como al movimiento sandinista como al de Movimiento de Mujeres Nicaraguenses.

Colaboro en el auxilio de los damnificados por el terremoto de Managua de 1972 atendiendo a los refugiados en los campamentos de su ciudad natal, Carazo. Durante esas acciones conoció al dirigente sandinista Ricardo Morales Avilés quien promovió su implicación con el FSLN junto a otros jóvenes de la ciudad. El hermano de Arlen relata ese periodo de la siguiente forma

De aquí salieron los primeros muchachos que de Jinotepe fueron hacia la montaña, era en ese entonces por oleadas, y aquí nosotros decíamos que éramos la retaguardia de la guerrilla y que nuestro papel era preparar al grupo de jóvenes que alimentaba a la guerrilla, ir concientizando aquí localmente, entonces así comenzó su lucha.

Revolución Sandinista

Arlen Siu tenía 18 años cuando se unió a los Sandinistas, siendo contactada por Ricardo Morales Avilés y probó ser una de las más fieles militantes de la causa revolucionaria. Ella era miembro del Movimiento Cristiano y ya había adquirido un nivel de celebridad nacional como una talentosa compositora, cantante, y guitarrista, antes de unirse al movimiento.

Con su voz, su guitarra y su canto denunció los secuestros del paramilitarismo somocista, el desaparecimiento de los militantes, los fusilamientos sumarios, las torturas a los miembros del FSLN, las violaciones a las campesinas, los asesinatos de la guardia somocista a plena luz del día y la realidad de pobreza de su pueblo que sufría las tasas de analfabetismo y mortalidad materno infantil más altas de latinoamérica. Una famosa canción de esta guerrillera fué "Maria Rural" donde relata el sufrimiento de pobreza de las madres campesinas de Nicaragua, de igual forma adaptó a la realidad de Nicaragua las "coplas de Juan Panadero" donde en lugar de mencionar la lista de caídos en la resistencia Española, mencionaba a los mártires de la guerrilla sandinista en la lucha contra la dictadura.

Su canto como protesta fue perseguido por los agentes de seguridad, y más de una vez paramilitares y francotiradores se apostaron en las afueras de la universidad mientras Arlen cantaba en los mitines de solidaridad con los prisioneros políticos del FSLN.

Su muerte

 Soldados de la Guardia Nacional de Somoza lograron ubicar cerca de El Sauce, departamento de León, una escuela de entrenamiento del Frente Sandinista de Liberación Nacional, efectuando un ataque que tomo por sorpresa a los guerrilleros sandinistas. Se entabla un fuerte combate, Arlen Siu y otros cubren la retirada de sus compañeros por aproximadamente dos horas hasta caer todos heridos mortalmente. Fue asesinada el 1 de agosto de 1975. Apenas había cumplido 20 años de edad. Junto a ella cayeron los combatientes Mario Estrada, Gilberto Rostrán, Julia Herrera de Pomares, Mercedes Reyes, Hugo Arévalo, Juan y Leónidas Espinoza.

Arlen Siú se convirtió así en una figura emblematica de la lucha sandinista, desde el triunfo de la revolución; puertos, calles, centros infantiles y escuelas llevan su nombre, así como también organizaciones revolucionarias afines al gobernante FSLN.

martes, 3 de julio de 2012

EDUARDO PERRONE







Eduardo “buby” Perrone nació en Tucumán el 12 de abril de 1940 en la estación de trenes de Villa muñecas luego sería criado por su familia ahí, en la propia estación, muchos años después, ya de viejo, moriría dentro de un vagón a los 69 años de edad. Tuvo una hija a la que su madre Griselda se la llevó en su vientre y él no la vio nunca.
En una celda del penal de Villa Urquiza en San Miguel de Tucuman, se hizo escritor, acorralado y acusado por abuso sexual, después de un hecho en el que junto con sus amigos no habían pagado a unas prostitutas. Dijo: “En prisión uno ve el inodoro humano. Conoce bichos muy raros; se sale muy cambiado”
 Había escrito ahí, “Preso Común”, libro polémico donde no sólo relata un compendio de anécdotas carcelarias, sino también es una crítica al sistema penal, que lo tuvo encerrado casi tres años sin juicio, tiene tanta vigencia como la que hizo Kafka en “El Proceso”.
Luego se salir de prision, por haberlo declarado inocente, decide marcharse a Buenos Aires, donde consigue después de muchos intentos imprimir Preso Común en una Editorial. Apunta: “Preso común” era justamente para la gente común: para el que trabaja, para el estudiante. No era un libro de elite para poner en avenida Alvear o para los que leen el diario fumando pipa en un café”
En el 74, Perrone escribió “Visita, francesa y completo”, después hizo otra novela, “Día de reír y día de llorar”, ya estábamos en el 76, y los milicos decían que era subversivo. “Para ellos, si uno se tiraba un pedo en la cancha de Atlético ya era subversivo”, señala con resignación.
"Visita Francesa y Completa" fue censurado por el Gobierno Militar junto a otros 12 libros más. El tema principal era la vida en los prostíbulos tucumanos, la trata de blancas y el tráfico de droga dentro de ellos. Según cuenta Perrone, un propietario de un local de este tipo le dijo: "Tenés razón Eduardo en todo lo que escribís, pero nosotros seguimos trabajando igual".
 Luego fue varias veces preso por cuestiones políticas, por defender su verdad, "A ellos no les gustaba lo que yo decía", "yo me la aguanté, no busqué tapar la tierra con alfombras" fueron sus palabras. Voluntario durante el conflicto con Chile, Perrone dice "Cómo demostré que era ciudadano y estaba protegido por la opinión pública, me salvé de sufrimientos peores". La escritura, a menudo ingenua, es para Perrone el primer paso de la lucidez y la denuncia, nunca el instrumento de las propias emociones.
Cuando regreso a Tucumán nunca dejó de escribir.
A mediados de los 80, otra vez en democracia, llegaron “Los pájaros van a morir a Buenos Aires” y “La Jauría”. Pero el éxito de “Preso común” ya había quedado atrás. No volvieron a editarse sus novelas.
Vivió con Aída Bornic, guionista de importantes películas argentinas, la última fue "Tango Feroz". Debido a su trabajo Aída tuvo que viajar a España y como Eduardo Perrone tenía a su madre con cáncer decidió quedarse y así se separaron. Según sus palabras: "No quería acelerarle la muerte".
Después de la muerte de su madre, Perrone abandonó la casa. “No pude seguir viviendo allí”, dijo. Recordó las noches durmiendo de prestado en hoteles ruinosos o cobijado por algún conocido. Así anduvo hasta que consiguió el vagón.
El 18 de Julio de 2009 los dioses vinieron a buscarlo, el los esperaba allí, en el mismo vagón de la Bernabé Aráoz primera cuadra.
FRAGMENTOS DE SUS ESCRITOS
Leamos este pasaje donde describe la fachada de la cárcel de Villa Urquiza:
“Edificio horrendo, de grises muros altos y espesos, siniestro, con torretas y luces, tiene todo el aspecto colosal de una fortaleza medieval, con almenas y vigías, quienes, dada la hora (21) hacían girar los reflectores: celosamente, matemáticamente, poblando el aciago interior con contraluces funestas”.
O este fragmento, donde nos muestra la cotidianeidad carcelaria:
“Los días de pago, sábado, o vísperas de fiesta, por la noche era lo más aconsejable quedarse en la celda (…) por los muchos dopados y ebrios que circulan por los pasillos.
Cuando tenía que ir a los baños escondía entre mis ropas o en un toallón el pasador de hierro de la puerta pues me podía ocurrir (y no sería raro) el ser apuñalado sin motivo”.
Y este pasaje, donde la tensión va en crescendo:
“Todo esto desgasta los nervios en forma progresiva. El clima de angustia que reina en la Jefatura es remplazado por la tensión sostenida de la vida de relación llevada en delicado equilibrio para no tener dificultades. Adentro todo el mundo se trata con un respeto superficial único. El clima de cortesía y aparente indiferencia no es quebrado jamás a pesar de los chismes subterráneos. Cuando se va a pedir un favor (todos ellos celosamente contabilizados) es mejor no olvidarlo. Hay que tratar de andar bien con todos sin pasar por estúpido. El desgaste nervioso es tal que un buen día sin motivo alguien se tira del tercer piso y la única reacción de todos es un comentario irónico, producto del terrible humor negro que campea aún en las cosas más dolorosas y trágicas”.

“Hoy faltan muchas cosas. Lo único que sobran son las promesas”, decía.




martes, 19 de junio de 2012

JUANA AZURDUY


Juana Azurduy


Fue una patriota guerrillera del Alto Perú que acompañó a su esposo Manuel Ascencio Padilla en el liderazgo de la Republiqueta de La Laguna en las luchas por la emancipación en el Virreinato del Río de la Plata. Murió el 25 de mayo de 1862.

Azurduy y su esposo Padilla se sumaron a la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo de 1809 destituyó al presidente de la Real Audiencia de Charcas, en la que tuvo protagonismo Juan Antonio Álvarez de Arenales. Ligados con las expediciones enviadas desde Buenos Aires, al mando primero de Antonio González Balcarce y luego del General Manuel Belgrano, combatieron a los realistas defendiendo la zona comprendida entre Chuquisaca y las selvas que mediaban hacia Santa Cruz de la Sierra. Vio morir a sus cuatro hijos y combatió embarazada de su quinta hija.

Tras la derrota del Ejército del Norte en la Batalla de Guaqui el 20 de junio de 1811, los realistas al mando de José Manuel de Goyeneche recuperaron el control del Alto Perú y las propiedades de los Padilla junto con las cosechas y sus ganados fueron confiscadas, siendo apresada Juana Azurduy y sus hijos, pero Padilla logró rescatarlos refugiándose en las alturas de Tarabuco.

En 1813 Padilla y Juana Azurduy se pusieron a las órdenes de Belgrano, nuevo jefe del Ejército Auxiliar del Norte, llegando a reclutar 10.000 milicianos. Durante la Batalla de Vilcapugio, Padilla y sus milicianos debieron transportar la artillería sin participar en el combate. Juana Azurduy organizó luego el "Batallón Leales" que participó en la Batalla de Ayohuma el 9 de noviembre de 1813, que significó el retiro de los ejércitos argentinos del Alto Perú. A partir de ese momento Padilla y sus milicianos se dedicaron a realizar acciones guerrilleras contra los realistas.

Azurduy lideró la guerrilla que atacó el cerro de Potosí, tomándolo el 8 de marzo de 1816. Debido a su actuación, tras el triunfo logrado en el Combate del Villar recibió el rango de teniente coronel por un decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el 13 de agosto de 1816. Tras ello, el general Belgrano le hizo entrega simbólica de su sable.

El 14 de noviembre de 1816 fue herida en la Batalla de La Laguna, su marido acudió a rescatarla y en este acto fue herido de muerte.

El cambio de planes militares, que abandonó la ruta altoperuana para combatir a los realistas afincados en el Perú por vía chilena, disminuyó el apoyo logístico a la guerrilla comandada por Azurduy, que se replegó hacia el sur, uniéndose finalmente a Martín Miguel de Güemes. A la muerte de Güemes, en 1821, se vio reducida a la pobreza.

En 1825, el Libertador Simón Bolívar, luego de visitarla y ver la condición miserable en que vivía, avergonzado la ascendió al grado de Coronel y le otorgó una pensión.

Pasó varios años en Salta solicitando al gobierno boliviano, ya independiente, sus bienes confiscados. La pensión que le habían otorgado le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares. Murió indigente el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años y fue enterrada en una fosa común.

Su restos fueron exhumados 100 años después, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.